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sábado, julio 31, 2004

En Falta. 

A una le falta azúcar en sangre, va y se compra un Toblerone. Un alfajor de Lemon Pie, o la catarsis perfecta: doce deliciosas barras de chocolate Águila amargo y denso.
A una le falta conocimiento, va y se compra libros viejitos y ajados sobre Corrientes. En las librerías de usados de Santa Fe, o la catarsis perfecta: pido prestado ese libro, que nunca es prestado ni dicho.
A una le falta cariño, va e histeriquea por msn. Se manda cagadas dignas de "I know" fionesco, o la catarsis perfecta: le toco timbre con ojos brillantes y el corazón tamborileando, y espero que entienda de una vez que no hay chance de que conozca otra como yo -still figuring out si eso es bueno o malo-.

Lo malo de reemplazar lo que uno realmente necesita es que los sustitutivos banales no llenan, no alcanzan. Se siente bien en el momento, pero después, en el fatal momento de introspección evaluativa, sabés deep down que no es lo mismo.
Y la cagada de hacerlo con respecto a sentimientos es que no es tan simple como ir a comprar un chocolate Águila, amargo y denso. No desnudo mi alma enfrente del señor kioskero, no se me cierra la garganta y tartamudeo cuando le pido cambio para el colectivo. No me mando cagadones sin solución certera al corto, mediano, not ever largo plazo. Pero claro, raging hormones, 21 años, la vida es una sola y hay que disfrutarla, quién te quita lo bailado y conceptos similares empujan al adolescente tardío común y móvil a dichos actos.
Llega un momento en que la impulsividad de la que tanto te jactás y vanagloriás se te antoja bastante pelotuda. Cerrar los ojos y hacer las cosas, sin reflexionar, sin pensar ni un poco, con el endeble justificativo de las ganas; no parece ser lo más adecuado para una persona que se piensa inteligente. And yet, there you go again. Mi libido y mi necesidad crítica de extirparme a este íncubo de unrequited love de la cabeza hacen que busque alicientes donde no debería. Y sí, tengo muy claro que no es el mejor lugar, que pudiendo elegir miles de destinos distintos, libres de problemas, me quedo con el que más cómoda estoy. Pero no es la solución, ¿verdad?
¿Desde cuándo es tan difícil satisfacer al corazón, viejo?

Tonight's song: Heat of the moment - Kevin Johansen. Best served with: Call it the heat of the moment / Call it the moment of truth / All I know is that I found myself / with you…

viernes, julio 30, 2004

Salta violeta (o rosa) 

The thing is, siguen sin darse cuenta. Leen lo que los involucra o los altera, lo que les llega en letras grandes (aún cuando lo importante estaba en BOLD). Sigue importándoles lo que una que nadie conoce escupe en un lugar que nadie recuerda. Necesitan contestar, mover como pavos reales esa cola de paja quebradiza que los hace tan susceptibles, que los lleva a asumir tantas cosas...
Despiértense. The world doesn't revolve around you people. No todo es un ataque a su integridad moral, a sus costumbres arraigadísimas, a su maldito color preferido. ¿Les molesta saber que me rompen las pelotas, que me aburren como a veces me aburro a mí misma? ¿Realmente, les importa? ¿Les modifica radicalmente la existencia una escupida de saturación al mismo pantone y las mismas sumatorias de palabras en cuatro (4, sí) blogs distintos? Entonces, no por contentarme a mí (a dark princess, I'm flattered) sino por reevaluarse a ustedes, fíjense que son capaces de mucho más que de un lindo corte de pelo o un brillo de labios ultrafemenino. Fíjense en la cantidad de posts decentes, edificantes, entretenidos, hermosos, profundos, simples pero contundentes que postean; y díganme si no valen más la pena que discutir por un color, por un estilo, por un post irónico de un blog ignoto.
Siéntanse libres de "bardear" lo que yo hago, anytime. Me sirve para mejorar.

Tonight's song: Boys don't cry - The Cure. Best served with: las justificaciones ya han sido enviadas a quienes lo merecían. A los demás, lean el header.

miércoles, julio 28, 2004

Cuentito pretencioso 

Abre la puerta, se traba a la mitad. La empuja, escucha cómo se corren las cajas de embalaje y se raspan contra el piso cubierto de polvo. La colilla del cigarrillo amenaza peligrosamente con deshacerse en su boca, pero no le importa. Una mancha más a la madera desteñida no va a generar mayor diferencia. Cae la ceniza, liviana y grácil, y se apoya con un sonido apelmazado frente a sus botas embarradas.
Refunfuña silenciosamente, se sacude las gotas de chaparrón caprichoso de la frente y se quita el gamulán que consiguió de un vagabundo en el mercado de Dorrego. Una verdadera ganga, el tipo lo usó dos veces antes de irse a Malvinas. Cuando se lo quiso poner de vuelta, le sobraba una manga.
Enciende la luz de tubo del living/comedor/cocina/baño y prende la computadora, que apunta estratégicamente a la mesa con la máquina de escribir, como si se luciera altanera y se sintiera más útil. Claro, la pantalla colorida se ufana de su resplandor, pero no sabe que la vieja Olivetti guarda en sus cintas rojas y negras más historias que cualquier disco rígido.
Abre la llave del gas, da vuelta la perilla de la hornalla y tantea con manos temblorosas los bolsillos, buscando su encendedor violeta. Lo dejó olvidado en el bar, en el éxtasis del jazz más exquisito. Bah, debe haber algún fósforo por ahí. Busca entre las pilas de borradores que yacen sobre la mesa ratona, cubiertos de la misma pátina grisácea del piso, y encuentra un cd de Roberta. Sonríe quedamente y lo pone en el reproductor. Los primeros acordes llenan la pequeña habitación más armoniosamente que el gas, que sigue corriendo libre entre los objetos.
La musiquita indefinida del Windows le avisa que la computadora ya está lista para recibir sus escupidas. Se sienta con ansiedad, necesita exorcizar la velada. Sus dedos empiezan a recorrer el teclado, gráciles y rápidos como el hipo de una bailarina. Vuelca todo, lo vomita indistintamente. El clima de la noche, las luces de neón barato del bar, la nube de humo que circunda las mesas, su cabeza erguida y atenta resaltando por sobre la de los demás borrachos llorones, el escenario desvaído y el piano desvencijado, al borde de  comenzar a gemir desafinado. El cenicero rebosante, su paquete de cigarrillos suaves y su continuo pedido de fuego a la moza. Su llegada por detrás, su jueguito de taparle los ojos y dejarse acariciar para ser adivinada, su cara recorrida por manos que la conocen de memoria. Sentarse frente a frente y cubrirse de una burbuja transparente que atenúa la música, que pone al mundo en pausa. Y mirarse a los ojos, y saberse y reconocerse en los del otro. Más íntimos que en el sexo, más seguros que en el vientre materno, más felices que en cualquier foto de vacaciones.
Profunda necesidad de un cigarrillo. Se levanta y deja el cursor titilando, expectante. Vamos, vamos, dónde quedó el encendedor dorado y rebuscado que le legó su abuela con tanto cariño. Ah, ahí está. Dios, después de esa noche perfecta, de ese broche de oro, podría morir tranquila.
Con un movimiento rápido y conciso, con un simple chasquido, enciende el cigarrillo.

Hoy llueven novelas en Buenos Aires.

Tonight's song: The first time ever I saw your face - Roberta Flack. Best served with: hay que ahorrar gas, gente.

Escupida con odio. 

Entonces hoy me levanté y me puse una remerita reee cute (esa que dice "23" con brillitos, rosa pálido, adorable, que me hace ver como una visión de ensueño) y mis pantalones anchos de jean oscuro, que tienen la costura atrás, que me hacen medio punkie con onda, y me llené el pelo de hebillas y me puse brillo en los labios y entonces fui con las chicas a dar vueltas por Plaza Francia a ver cositas lindas y chicos lindos y colgarnos con una muestra reee grossa del Malba que tenía mesas y no sé que otras cosas, no la entendí mucho porque no leo los cartelitos, me aburren, pero tenía toda la onda y el chabón (Grifo, Zippo, algo así) es re vanguardista, onda, no sé, nada, re grosso.
Y después fuimos a tomar unos drinks por ahí, y ahí me di cuenta de que mis botinetas estaban llenas de barro de tanto caminar, y me puse re mal, porque parecía una sucia, pero después vinieron C. y J. y L. y F. y me levantaron el ánimo.
Y onda que cero ganas de empezar a estudiar de vuelta, me encanta estar al pedo y dormir todo el día y salir de shopping spree y probarme ropa y aritos y bombachas y remeras y esas cosas reee lindas que venden sobre Cabildo. Me re levanta el ánimo.
Y mi perrita poodle adorable, Tití, Cachí o Colití, whatever, está preciosa ahora.  Cómo la quiero, es mi mejor amiga. Ayer la peiné y le puse banditas de todos los colores en la cabeza. Tuvimos un día re entretenido.

Y por favor mátenme si alguna vez escribo algo así. Mucha gente tiene Internet porque Dios está mirando demasiadas películas porno.

Disclaimer: SÍ, es mi blog, escribo lo que se me canta y si se reconocen en estas letras jódanse. Sepan que no lo hago por revolver el avispero, sino que me da lástima que gente que escribe decentemente se bastardee, se desvirtúe. Y SÍ, sé que yo también lo hago, pero si critico a otra gente el autogolpe es  más leve. Es todo.
 
Tonight's song: Born slippy - Underworld. Best served with: ganas de joder, apáticamente.

Hablar por hablar, escribir por no pensar. 

Soy la peor escoria. La peor. It came to me while I was about to pay for my Blockbuster DVDs. El ladrón de orquídeas (que no terminé de ver porque Analía es una almohada fantástica) y What women want (puro jazz, hermosa banda sonora, la película es totalmente prescindible si no fuera por Mel Gibson paseándose en bolas por aproximadamente 15 minutos seguidos). Archívese y olvídese, las paredes oyen y los blogs le pertenecen a cualquiera con conexión a internet, así que mejor me callo acá.

En otro orden de cosas, terminé de corregirle la novela. El final fue un tanto dissapointing, pero el proceso fue de lo más divertido. Toda esa necesidad de crítica que escupo con respecto a absolutamente todo lo que me rodea encontró su nicho en cada fucking line que leía. Dios, no puedo parar de cuestionarlo. Todo puede ser dicho de otra manera, más linda, más certera, más justa. Le mot juste (como si yo supiera cuál es, como si pudiera decírtela).

Así, saltando abismalmente a otro tema, pero que se relaciona con el anterior, estoy harta de ser el puchinból mesengereano. Todos, I mean, TODOS, vienen con su mochilita llena de problemas banales y no tanto, y la vacían delante de mi monitor como Mary Poppins histéricas. Entonces, muy tranquilamente, con ademanes pausados y respiración acompasada, abro el cajón de las caretas y me pongo la de Bucay, que me queda grande (por lo gordo, obviamente; se sabe que cualquiera podría robar como él). Y le doy masa, entiendo todo, escucho todo, aconsejo como si supiera de lo que estoy hablando y encima me atrevo a recomendar barbitúricos artesanales de dudoso resultado. Argjj ¿ya dije que soy la peor escoria?

Tonight's song: Tu Locura - Gustavo Cerati. Best served with: gosh, la tele es mi chupete y yo le doy gustosa. Oh, y este fue uno de los peores posts en mucho tiempo, sepan disculpar. Dejé el cerebro en Pergamino.

martes, julio 27, 2004

Back n' fat. 

Back in the saddle again, diría un Steve Tyler resacoso de voz chillona, pre-hard drugs. Back from heaven, kicked out by some kind of mandatory conscience that I've never heard about.
Mucha fiesta, y de la buena. De esas fiestas de bares cerrados a propósito, de alcohol que corre libre como arroyo primaveral, de viejitos alegres y viejitas fiesteras que la disfrutan aún más que los jóvenes. Descontrol y danzas sobre las mesas, canciones del remember más remember, éxitos noventosos que sabés que bailaste con fruición alguna vez, que ahora no te queda más que admitirlo y repetir esos pasitos que nunca te olvidás, como la bicicleta y el garche.
Salir a comprarse ropa, con lo mucho que odio ese fashion raiding, conseguir una pollera negra y rosa adorable, y una remerita que haga juego con mi pinkish hue de niña arrebolada.
Y comerse a un niño Beatle de 18 abriles, concederle un par de besos robados, dejarse arrastrar a las zonas oscuras de un boliche con muchas rampas just for the sake of it.
Y fumar como una condenada, y comer basura tras basura, clavarse una hamburgueja con tomate y mayonesa trucha en la puerta del boliche, mientras las niñas bian salían con su pelo aún planchado y sus bocas amoratadas, excitadas y pateándose las hormonas. Y darse cuenta de que una ya dejó eso atrás, que ahora se estancó en la parte en que lo racionaliza todo.

That is, till I got back. We have unfinished business to take care of, little one. I hope you had a great weekend, 'cause I ain't gonna leave you alone no more.

Tonight's song: Deuces are wild - Aerosmith. Best served with: histeriquear por msn con ese cantante de rock que todas alguna vez nos curtimos.


viernes, julio 23, 2004

I'm outta here 

A Pergamino, a visitar a Agus por unos días. Decí que no hay termas, como para purificar el espíritu y el cuerpo. Eh bueh, alcohol will do just as well. I need some time off. Off overthinking, off him, and him, of course. Off myself, actually. Off everything that implies worrying, constipating, crying and remorsing. Off regreting.

Hopefully, when I get back, things will be slightly different. Just enough to make me an almost-happy person. Come on, it can't be that hard, can it? It just takes a little effort and industrial amounts of well-mixed liquors.

Tonight's song: Seasons of wither - Aerosmith. Best served with: run like hell, motherfucker.

jueves, julio 22, 2004

Divaneando, devanándome, divagando. 

Entonces te abrís y contás todo. Todo. Desde hace cuánto que no te depilás, hasta en qué posición irrisoria acabaste, hasta el miedo más grande, hasta la boludez más chica. Porque pensás que eso no las afecta. Porque pensás que no les va a hacer ningún daño. Sabés que tus amigas están ahí en las buenas y en las malas, sabés que la verdad no ofende pero duele como el carajo, sabés que si tratás de mentir mientras el corazón se te estruja sólo va a alivianar el dolor un rato, pensás que lo hacés por ellos, por su salud mental, por tu miedo espiritual, porque no sabés qué carajo te pasa y siempre fuiste cerrada y trataste de arreglar tus mambos solita. No jodas a nadie, arreglate como puedas. Happy face and easy jokes, así te van a querer más. Aún cuando te digan y repitan que te apoyan en todo lo que hagas, que confían en vos y que quieren que confíes en ellas. Y vos no sabés cómo explicarles que les confiarías tu vida, que te quedás callada porque tenés miedo de que lo tomen a mal, de hacerles mal, de que todo quede mal. Mal. Y te ponés la máscara más grande, por cagona. Y llegás a tildar a tu mejor amigo (o como quiera denominarse) de rata mentirosa, por cagona.  Y no podés entender cómo hiciste para portar esa cara de piedra tanto tiempo, cómo hiciste para aguantar el llanto y la impotencia. Pero sí entendés. Sos cagona, nunca terminás de abrirte a la gente, con esa maldita manía de no querer hacerle problema a nadie. Si sabés que te quieren de verdad, que no importa lo que hagas te van a seguir queriendo como siempre, ¿por qué te cuesta tanto contarles las cosas? ¿Por qué te creés tan autosuficiente, por qué tratás de solucionarle la vida a los demás? ¿Y si empezás a mirar un poquito para adentro? ¿Y si empezás a pedir disculpas por forzar las situaciones, por no confiar, por mentir con la peor cara de piedra y después volver a tu casa llorando? Quizás las cosas mejoren.

Abonale a la secretaria y pedile cita para la semana que viene.

Tonight's song: My friends - RHCP. Best served with: it's gonna be a hard day tomorrow.

miércoles, julio 21, 2004

Everybody say Cheese. 

...nándolo todo, revolviéndolo todo, y así encontré esa caja llena de recuerdos revelados en un cuarto oscuro. Fotos.  Ayudamemorias baratas, sólo traen imágenes y se olvidan de las sensaciones, de los olores, de los sonidos y de los momentos.
Meter la mano, como en uno de tantos programas de Susana Giménez, en esa urna cúbica; y sacar a una ganadora: mis viejos, en el patio de lo que antes era mi casa. 16, 17 años cada uno. Bronceados, flaquitos, jóvenes, libres, pantalones oxford y camisas entalladas, zapatillas adidas de las viejas y las sonrisas más grandes de la comarca. Tanto cariño, tanto sentimiento. Tanto amor y tantos ideales, ni imaginaban su futuro, ni conjeturaban sobre su presente, ni rememoraban con añoranza su pasado. Congelados en ese momento, felices.
Entonces, repitamos la historia. Tengamos todos una Polaroid de nuestro happy place, pongámosla debajo del vidrio de nuestro escritorio, en nuestros paneles de corcho, en el bolsillito de plástico de la billetera, en la contratapa de un cuaderno de tips para la vida. Impolutos, inmóviles, suspendidos con frágil calma en ese instante. Ahí, así.

Tonight's song: O-bla-di O-bla-da- The Beatles. Best served with: empezar a desempolvar -desentrañar-  historias.

domingo, julio 18, 2004

The Home-Alienated-on-Sunday Chronicles 

En el desasosiego que te genera la obligación que no querés cumplir, la batalla moral entre el deber (externo y coercitivo) y la virtud ética (interna y totalmente inexistente en mi persona). Entonces, busquemos ocupaciones irrelevantes que justifiquen la pérdida de tiempo que debería estar empleando en leer a Fernández Vázquez y su Deontología de la Información:
* después de cuatro cigarrillos seguidos, concluyo que no sé hacer volutas circulares.
* la gata de la vecina tuvo un total de 8 coitos esta tarde, con sus correspondientes orgasmos. Gime como bebé mamero, me pone nerviosa.
* que Exterminio esté filmada en DV es un acierto estético completo. Pero en el dvd no viene el final alternativo, ese que hicieron porque no tenían dinero para terminar la película. Dissapointing.
* de 16 horas que pasé delante de los apuntes, 15 horas y 45 minutos los pasé con tu voz susurrándome en la nuca. ¿Cuándo me vas a dejar estudiar tranquila?
* el sándwich de queso derretido y zuccini saltado que me comí ayer no ayuda al normal desarrollo de mi flora intestinal.
* me salió un lunar nuevo en Camila, cerca del pezón. Es de lo más delicioso, pequeño pero contundente, bien circular. Uno más y tengo otra constelación dibujada en la piel.
* a pedido de Damián, debo admitir que comí tanta pizza que mi panza parece de hule. Working hard to look pregnant and get a sit tomorrow (porque voy a terminar estudiando en el tren, todos lo sabemos).
 
Y finalmente la última excusa que tenía para verte acaba de irse por la rejilla del baño. Es un ejercicio de inventiva, esto de crear de la nada una necesidad que se me antoja vital, básica para mi supervivencia, y que seas vos el único que me la puede proveer. Por ahora la venía zafando bastante bien, vamos a ver qué sale de esta última, totalmente arbitraria (sí, seguí el consejo de Dholo).
 
Tonight's song: One (Live with Orchestra) - U2. Best served with: resaltador amarillo, secándose al lado de un cenicero rebosante y solitario.
 
 

sábado, julio 17, 2004

The Home-Alone-on-Saturday Chronicles 

Ayer ví Delicatessen, del mismo director de Amèlie (Jeunet). No sé por qué traducen una palabra en alemán por su equivalente, pero le cambian las letras. Delikat (delicado, exquisito). Essen (comida). Será que cuando hablás en alemán todo se transforma en una orden áspera y nadie cocina tan rico bajo presión.
 
En otro orden de cosas, me fui a final en Ética para la Comunicación. No habla muy bien de mí, pero tampoco me iba a poner a pegotear pitos en los fotogramas, à la Brad Pitt en Fight Club. A lo sumo te iba a obligar a comprar un celular que te sirve para cortarte las uñas de los pies, pero que no marca el teléfono de tu vieja que hace una semana que no llamás.
 
Odio mi trabajo. No necesito decir más que esto. Ya estoy dentro del 98% que marca el INDEC. Al fin normal en algo.
 
Y de regalo quiero tu libro favorito y vos en boxer rojo, todo en una caja. Y rociate de olor a pasto recién cortado. Y traeme vendas para cuando me sangre la cabeza por partírmela de un azulejazo piletístico.  Dholo sabe de mi disyuntiva, y me aconsejó de lo más bien. Como sabiamente dijo la enana de La Historia Sin Fin, "Debe doler si ha de sanar". Y que siga dando vueltas sólo hace que la herida nunca cierre, que siga supurando y hediendo como hace seis meses. 
 
Then, plunge into it already.
 
Tonight's song:  Heart-shaped Box - Nirvana. Best served with: clavate las uñas para aguantarte la ansiedad.

viernes, julio 16, 2004

Pedido rompecoherencia bloguística 

Traté de hacer de este un agujero pseudoliterario con sentido, desde que empecé.  Lo difícil, lo complicado era generar algo a través de la mera conjunción de caracteres en un espacio en blanco.  No había adornitos, no había cambios de tipografía, de tamaño, ni qué hablar de color.
 
Si alguna vez me sorprenden usando estos nuevos features de blogger que te dejan hacer de cada texto una carta de cumpleaños colorida, a lo
 
Uh pero que loco, no tengo nada que decir pero lo voy a decir bonito para que no se note
 
Just shoot me, ok?
 
Tonight's song: Big Calm - Morcheeba. Best served with: a ver quién se aguanta a la inexorable atracción del colorido fatal.

La Arpía 

         Fémina amazónica, guerrera como toda mujer, entra en el cuadrilátero blandiendo en su mano izquierda un esmaltado consolador, y en su diestra tan diestra una fusta que restalla grititos anticipados de placer.
         Por todo atuendo porta una brevísima minifalda rosa chicle (pegajoso color que oficia de néctar para los zánganos que la desafían en combate) y lo que en algún momento fue una remera, pero ahora es sólo un andrajo convenientemente recortado que en el firme y abundante pecho reza “Mi cara está más arriba”. Sus obvias botas vinílicas no alcanzan a cubrir sus pantorrillas doradas y potentes, sus muslos como pistones. La ropa interior se diluye en esperanzada sospecha, en indicio borroso de probable desnudez que desconcierta y descoloca al oponente.
         Dio sus primeros pasos en los mud fights de Minessotta, siendo aún una niña. Allí se trenzaba en luchas eternas con prostitutas de Mardi Gras devenidas entrenadoras. Complementaba su formación en boliches de la zona, reduciendo a lágrimas a todas las muchachitas en desarrollo y acaparando la atención de todos los varoncitos, a los cuales luego desafiaba en combate.
         Su flexibilidad atlética, su pasado como gimnasta entrenando con la Comaneci y sus múltiples escapadas sexuales con la trouppe completa del Cirque du Soleil le garantizan movimientos de piernas como pocas veces se han visto: la mortal tijereta, la triple apertura, el collar de carne y la planta carnívora se cuentan entre sus maniobras más reconocidas.
         Aún contando con su casi inconmensurable fuerza -que nada tiene que envidiarle al macho más plantado- sus principales armas son su mente aguda y su lengua filosa, que disparan ironías hirientes, precisas, quirúrgicas y más dañinas que cualquier golpe. El ataque psicológico es su especialidad, no en vano es conocida en el circuito como El mortero de egos.
         Sin embargo, esta ejemplar guerrera tiene debilidades muy marcadas, que reiteradas veces le han costado la victoria. No puede resistirse al llamado demandante de cualquier cosa dulce que cruce su vista, se tara a la mera vista de un bebé de pecho y los hombres simpáticos y contestadores neutralizan por completo su lengua venenosa.
 
Tonight's song: Enjoy the wait - Morcheeba. Best served with: becoming a superheroin. Or just some heroin.

miércoles, julio 14, 2004

Loosing the trail 

Estoy más desorientada que murciélago sordo. Grito por adentro, sonidos estereofónicos, polifónicos, ringtónicos y asquerosamente agudos, y no me escucho. Sorda, sorda a lo que me susurra entre murmullos de sangre que corre ese intento de conciencia que sabe lo que me conviene, and yet me recomienda mandarme cagada tras cagada.

Me canso de explicarme, o de intentarlo. No soy tan compleja, en serio. Solamente tenés que saber ver. A través de las palabras, de las puteadas, de los arranques de discusión irrelevante que surgen sólo para engranarte, de los pedidos que nunca se cumplen, de la verborragia injustificada y esa pelea por ganarte en el Jeopardy de la cultura general.

La humildad en harapos, el orgullo disfrazado. La autoestima en automático, el sentido crítico chorrea ácido gratuito, la superioridad se infla a puro embate de egoboosters baratos. And, if you must know, no me llena ni un poco. Basta de líos, de complicaciones. Let's all go and float at my happy place, no worries, no regrets. No more thinking.

Tonight's song: The ocean - U2. Best served with: imantarme la frente y encontrar el rumbo.

domingo, julio 11, 2004

Y un sorbete sombrillita 

Ayer noche bebí cerveza, Gancia con Sprite y daiquiri de frutillas extra strong, en compañía de dos buenas amigas. El plan era entonarnos y salir a reventar la noche. Los puchos flotaban solos hasta mi boca, hasta se prendían por combustión espontánea. No les podía decir que no.

Hoy me levanté a la una y media de la tarde, vestida y calzada, en la cama de Agus(tina), con mal sabor de boca y la panza con demonios.

Resumen y conclusiones del período 21:30 a 1.30 am:

* Vomité, en tres veces consecutivas, el daiquiri, el gancia y la cerveza. Así, separaditos. Se ve que mi estómago es un excelente archivista.
* Nirvana, U2 y Audioslave me pegan para el culo when I'm not myself. Revolcarme en el piso simulando ser Kurt explains it all.
* El alto dosaje de alcohol en sangre condiciona al cerebro a decir la verdad. Todavía estoy decidiendo si eso es bueno.
* Soy una flojita, perdí la cultura alcohólica que tanto me costó conseguir.
* Soy una control freak, cuando me dí cuenta que para estar bien tenía que sacar la cabeza del inodoro me bajó la ficha: me saca de quicio no estar en control total de mi persona.
* Soy un lugar común ambulante. Un post después de pregonar que quiero mejorarme y seguir estudiando, confieso que me embrutezco con brebajes maravillosos. A beautiful paradox.
* El alcohol sirve para curar las heridas de la piel. Y las del alma, ni te cuento.

En otro orden de cosas, me estoy quedando sin excusas para verte. Mi imaginación se agota, así que un día de estos caigo con chocolate amargo y dos películas. No me vas a poder decir que no.

Y, por último, este viernes toca Johansen en la Alianza Francesa. A MUST, if you ask me. That's all.

Tonight's song: Lithium - Nirvana. Best served with: desagotar la infaltable e inexorable crónica alcohólica de todo adolescente que se precie de tal.




sábado, julio 10, 2004

Circular 

Cuatro meses para recibirte, qué suerte! ¿Y qué pensás hacer después de eso?
Y, conseguiré un laburo decente de lo que me gusta hacer, que pague relativamente bien, que me deje salir corriendo de este nido de ratas donde me lavan la ropa y el cerebro, comer calabaza y tomar agua todos todos los días, pero ser feliz hasta que mi conformismo me empiece a patear el culo.
Ah, ¿y no pensás estudiar nada más?
Y sí, tengo por filosofía nunca dejar de estudiar, me encanta aprender cosas nuevas. Justamente tengo un par de planes, uno me tira más que el otro, pero todavía está en veremos... Si sigo Marketing en mi facultad actual la carrera me sale más barata y me recibo antes, porque comparto materias. Pero lo que en realidad tengo ganas de hacer es empezar Letras. Quizás no como carrera en serio, pero como hobby pretencioso que me enseñe un par de cosas más.
Qué interesante! ¿Y tus viejos qué opinan?
Que soy una idealista de mierda, una cerrada que no entiende el sistema, que debería ser mediocre y chupaculos para conseguir un laburo porque la excelencia y las ganas de mejorarse no tienen nada que hacer en este mercado corrupto, que hay que saber ser sonrisitas por delante y daguitas por atrás, que nadie te regala nada en este mundo pedorro.
Pero, ¿no están contentos porque ya terminás, porque querés seguir mejorándote, porque te recibís con 21 años?
En realidad creo que hubieran preferido una pobre punkie drogadicta y vaga que deambulara por la Bond Street definiendo su identidad sexual al son de Los Ramones y empapelara toda su pieza de negro y escribiera frases de odio en alemán y se mutilara los muslos con gilettes usadas. Así seguro no hubieran tenido nada que hacer.
¡Ay, nena, qué fatalista! Si sabés que tus viejos quieren lo mejor para vos...
Sí, quieren lo mejor para mí, que según ellos es hacer lo que escribieron a fuego en la contratapa del Baby Album : Si es nene, presidente de Techint. Si es nena, administradora de empresas, contadora, abogada o muerta.

Nunca pensé que a los 21 años se iban a repetir mis 17 abriles con una letanía tan marcada. Nunca se dieron cuenta que no aspiro a sobrevivir en un laburo que me mate despacito. Aspiro a vivir, simplemente.

Tonight's song:
I wanna be sedated - The Ramones. Best served with: fluir, discurrir como agua embarrada a la mediocridad imperante, sin una roca de la cual asirme.

viernes, julio 09, 2004

Tragically ending short story Nº5 

Ella vive en Buenos Aires y la cabeza le bulle de ideas revolucionarias que mejorarían la esperanza de vida de las hormigas negras. Junta palitos mordisqueados de chupetines Arquito, está construyendo una balsa literal para su realidad onírica de escape de la rutina. Sólo le falta una vela, un trozo de tela azul que la guíe.

Él vive en el limbo, colgado de una rama de acacia gigantesca. Baja de vez en cuando a chequear que nadie haya derribado los hormigueros. El único color que distingue es el azul y de ese color es toda su ropa, toda su vida. Flota entre la gente con su saco de pana -azul- y lee los libros cerrados.

Y todavía no entienden que lo único que tienen que hacer es encontrarse.

Tonight's song: No more blues - Eliane Elías. Best served with: un google para mi vida.

10 things I don't like 

No me gusta la poesía, a menos que Baudelaire me llene de pétalos susurrando.
No me gustan las flores en ramo, a menos que unas un manojo de fresias frescas con las manos.
No me gustan los bombones, me gustan los arabescos involuntarios del chocolate derretido sobre tu boca derretida.
No me gusta hablar por teléfono, me gusta escuchar tus letras.
No me gusta que me mandes canciones para expresar lo que te pasa, porque ya fue dicho por otra persona, porque me hace sentir común.
No me gusta que me ignores, porque sabes que me encapricho peor.
No me gusta que no me contestes cuando te hablo.
No me gusta que seas más inteligente que yo, y menos me gusta que seas más estúpido.

No me gusta no gustarte. No me gusta nada.

Tonight's song: Esquescendo voçè - Eliane Elías. Best served with: comprarte con un toblerone.

miércoles, julio 07, 2004

Así, sin respiro 

es como la rueda trillada no para de girar y seguís corriendo contra el tiempo en un camino lleno de fango denso y oscuro con charcos que reflejan tu mirada extraviada y tu cuerpo perdido y tu voluntad huidiza mientras el cielo es gris como los arbustos que te guían gratuitamente hacia el supuesto ídolo dorado que terminará siendo de concreto y cemento gris como todo tu alrededor y no sé por qué la gente tiene al gris como un color triste si más triste es el rojo que brota de tu pecho acanalado y de tu vómito de incongruencias no tan incoherentes y del corazón sangrante y simbólico que me dejás de regalo cada vez que volvés a la carrera en la cual la rueda trillada no para de girar y seguís corriendo contra el tiempo en un camino lleno de fango hasta que te encontrás un cuchillo clavado de punta en el lodo como me contaba mi tía que hacían los mafiosos italianos en los toboganes de las plazas para que los nenes chiquitos se abrieran la panza en canal y brotaba de vuelta el rojo triste y sucio de sangre que no llega a oxigenarse mientras las madres que mateaban se agarran la cabeza desesperadas y sus hijos contemplan fugazmente sus propios intestinos pero el cuchillo está en el fango y vos te lo clavás en la planta del pie y es lo único que te detiene en tu maldita carrera entonces puedo concluir que

para
que
me
escuches
te
tengo
que
lastimar.

Tonight's song: La dispute - Yann Tiersen. Best served with: vendarte las heridas.

domingo, julio 04, 2004

Pánico Escénico 

Las piernas nunca cruzadas, que le quedan marcadas. Además, tiene que enfundarse en esas medias caladas tan sugerentes, llenas de encajes ocultos a simple vista, develados en una futura instancia a la que nunca llega.

La puerta con la consabida estrellita y su nombre permanece cerrada, es su momento de introspección. La fila de bombitas de luz la encandila, le oculta su belleza callejera mientras se mira al espejo, aplicándose una capa más de delineador líquido en esos ojos de por sí profundos.

Un poco de labial rojo pasión, grosella, carmín, sangre. Un poco de brillo, que se embarra y obliga a pasar la lengua sensualmente. Sabe a frutillas y a cosmético, ese regusto a polvo coloreado que años y años de investigación de Avon en conejitos no pudo eliminar.

Besa el aire, baja los abanicos de sus pestañas en la posición de "I wanna eat you alive" y se desprende los ruleros que castigan sus cabellos rubios de mentira. Es una nube de rizos dorados, apretados, un disfraz de corderito que esconde a la loba más hambrienta. Comienza a cepillarse, desarmando la farsa, hasta que su cabeza queda coronada por un halo de angelical santidad sólo refutada por el lunar que tiene sobre sus labios. Perfecta.

Se despoja de la bata azul francia, de terciopelo, de pesada cortina de teatro, de lugar común, y aprecia su cuerpo desnudo a la luz traicionera de su camarín. Los pechos pequeños, justos, firmes; los pezones rosados y redondos, áuricos; los hombros lechosos y brillantes; los esbozos de las costillas y el ombligo que sugieren sólo un camino. Sus caderas circulares, su monte que grita verdades, sus muslos bien torneados y cálidos, invitantes a la caricia; sus pantorrillas ligeras y sus pies, pequeños y rematados de brillante borgoña.

Da media vuelta y se observa la espalda. Una fina linea serpenteante la separa en dos, dejando su cruz del sur de un lado, sus tres marías del otro. Los omóplatos se dibujan tenuemente, como alas que no terminaron de desarrollarse, que alguien -o quizás ella misma- truncó. Y sus nalgas, perfectas esferas, precedidas por la breve, envidiable cintura, de esas que pueden rodearse con una sola mano.

Se introduce como miel en su vestido, de una seda extraña, casi translúcida. Corre como viento por su cuerpo hasta que se adhiere. Ahí está, su segunda piel. Debe cuidar no tener frío, o no excitarse. El maldito pedazo de tela que la cubre no sabe guardar secretos.

Desliza sus piececitos dentro de los drop dead gorgeous red stilettos y echa al aire una bocanada de esencia de rosas. Está lista.

Las cortinas están cerradas, el auditorio está en silencio. Se aproxima al viejo micrófono y respira hondo. La luz comienza a colarse por la hendidura central que antecede al aplauso del público, a la marejada de miradas que se clavan en ella, que ella no distingue.

Un escalofrío la recorre de punta a punta. El piano empieza a desgranar las primeras notas, ella abre su boca acorazonada y.


Tonight's song: Satin Doll - Ella Fitzgerald. Best served with: saber que Lux jamás podrá hacerte una estrella.

sábado, julio 03, 2004

Reto intrascendente. 

Mariana, no toques la caramelera de cristal! Sí, ya sé que es linda, que refleja todos los colores del arcoiris y encima está rebosante de Sugus, pero no la toques porque la vas a romper.

Mariana, no te comas toda esa torta, te vas a empachar. Sí, ya sé que es de chocolate, que es riquísima, que te babeás por darle un mordisco, pero no le claves el diente porque te va a hacer sentir mal.

Mariana, bajate de esa bicicleta que no tiene rueditas y te vas a caer. Sí, ya sé que es negra y brillante y con cambios y va más rápido que la tuya, pero bajate de ahí porque te vas a romper el alma.


Era bastante obvio, si no dejé de hacer cosas como ésas, con el mínimo placer que me reportaban, ¿cómo voy a dejar de hacer esto?

Tonight's song: Criminal - Fiona Apple. Best served with: Heaven help me for the way I am / save me from these evil deeds before I get them done / I know tomorrow brings the consequence at hand / But I keep livin' this day like the next will never come. Shit. She's talking to me again.

jueves, julio 01, 2004

Soothe me, Irrelevance 

Como el Alvear, como el recent Four Seasons, como cualquier hotel cinco estrellas de cualquier urbe con crisol de razas y taxistas frenéticos. Sanatorio Otamendi.
Estaba esperando que los porteros se pusieran a bailar tap, mientras las recepcionistas agitaban sus piernas esbeltas al ritmo de un can-can silencioso.
Jardín de invierno español, grandes macetas y fuentes, ceniceros de bronce y figuras talladas con escenas de caza. Música tranquila, funcional, cuadros por todos lados, el baño de una habitación es más grande que mi pieza.
¿Querés ver tele en la habitación? Clink caja. ¿Querés una toalla más? Clink, of course. ¿Querés que te atendamos como se atiende al príncipe más exquisito de la Arabia? Clinkity, honey.
Las médicas son todas conchetas, los médicos son paternalistas, todos te tratan como si no merecieras estar ahí. Tienen los mismos ascensores que en la UADE, pero con paredes metálicas raspadas como si hubieran transportado maniáticos sacados, destructivos, durante muchos años. Una especie de Resident Evil meets Amelita's Farm.

Sí, me fijé en todo eso. No, no vas a saber nunca por qué estuve ahí. Sí, estamos trabajando para evitar nudos en la garganta. Por su atención, muchas gracias.

Tonight's song: Baby, won't you please come home? - Nat King Cole. Best served with: que me la cante mi papá, con ese acento horrible que tiene, y reirnos mucho.

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