<$BlogRSDUrl$>

lunes, marzo 28, 2005

El Tío 

El tío es lo que la gente común denomina un paria, un lastre. El típico pariente que tiene alguna que otra virtud, opacada constantemente por su innata incapacidad, por su inigualable ineptitud. El que se prende en toda iniciativa familiar e indefectiblemente se las arregla para cagarla.

El tío perdió a su esposa en manos del cáncer, esa enfermedad infame, aún más que cualquier otra por su irrefrenable inexorabilidad y arbitrariedad. Con una devota y alegre niña de ocho años a cuestas, el tío se casó en segundas nupcias con una ex bailarina de tango, conocedora del mundo, pareja de Juan Carlos Copes.

El tío perdió a su hija en manos del cáncer, esa enfermedad que no vacila en golpear dos veces en el mismo hogar, destruir dos veces el centro mismo de la voluntad de uno; a los 17 años de esa otrora devota muchachita, todo bucles y sonrisa blanca como nubecita de verano.

El tío comenzó una espiral de decadencia y limosna, de depresión totalmente fundamentada y cigarrillos baratos y rancios, de cocina perpetua, ATC y mate lavado de la mañana.

El tío aseveró que su único deseo a esta altura del partido es hacer un buen asado para toda la familia y suicidarse tranquilo, irse en paz, encontrarla en otro lado.

El tío vino a almorzar el domingo de Pascuas. Me pregunto si hay reencuentro en Nochebuena.


Tonight's song: Life on Mars - Seu Jorge (The Life Aquatic Soundtrack). Best served with: no compasión. Vacío en la panza ante lo inevitable.

jueves, marzo 24, 2005

Optimización de Recursos 

Con una hoja de papel manuscrita con tus peores pensamientos podés hacer varias cosas:
* una grulla origamística.
* un churro para prender el fuego del asado.
* papel picado muy barato.
* papel higiénico más barato aún.
* pasarla por la destructora de documentos y jugar con tu primita a comer fideos de papel (Nenuco Incluído, las baterías se adquieren aparte).
* usarla de fondo en el tacho de la basura para que absorba el jugo de la ensalada de tomate que nunca terminaste.
* usarla de baño de perro de departamento (chillón, pequeño y caniche o pequinés, for sure).
* usarla de anotador para garabatear telas de araña mientras hablás por teléfono.
* tapar los huecos de una ventana agujereada a balazos.
* envolver carne, huevos, pescado, un futuro, un niño.
* escribir la lista de supermercado en el dorso, olvidarte de la mayonesa y los tampones.
* rellenar la punta de unas botas de lluvia que te quedan grandes.
* reciclarla y con los réditos de haberla vendido en algún antro cool palermitano a un ecologista careta, comprar super sopa para un mes a un comedor infantil.

O, claro, podés dejar de contribuir a la deforestación masiva y avasallante y volcar todo lo inservible de tu cabeza en un maravilloso,limpio, tranquilo e ¿inocuo? blog.

Tonight's song: Pequeños sueños - Árbol. Best served with: entonces, ¿cuál es el uso de este sitio, si no puedo hacer nada con él?

jueves, marzo 17, 2005

Offensive behaviour 

No pasa por cagarme en el viejo dicho que reza "Puede pasar toda una vida y nunca terminás de conocer a una persona". Pero hace tres días que nos dirigimos la palabra to each other.
No pasa por mi desconfianza innata y mi cintura (molesta, a veces) para esquivar el bulto del chamuyo que supongo barato y repetido ad infinitum por esta clase de gente cuyo mejor chamuyo parece ser alegar que no posee any.
No pasa por divertirme muchísimo con él, o saber que entiende mi gran problema, ese que no puedo resolver sola ni en pedo.
No pasa por no querer explicar que estoy harta de ser un barquito, una veleta, la espontaneidad, lo efímero de mis últimos intentos de relaciones; y que sinceramente no creo que pueda solucionar con su ayuda.
Pasa por la eterna característica, variable constante en todo peneportante que conozco: la ofensa fácil. Porque si de algo me puedo jactar es de ser bastante poco rompebolas en cuanto a demanda se refiere. "¿No podés hoy? No te preocupes, mañana será otro día (con vestido de cortinas incluido)".
Y aun haciéndosela fácil, no poniéndome en bimbo conchuda repressing and demanding and high maintenance, logro, sólo Dios sabe cómo, hacer que se ofenda.
Entonces, qué mierda quieren, carajo! Si les estás encima todo el día, queriendo verlos, se hastían. Si podés prescindir de su compañía (y sólo para el beneficio de SU agenda de actividades), se ofenden.
¿Y si se tocan un rato y liberan endorfinas? El mundo sería un lugar mucho
más feliz.

Tonight's song: Sweet and tender hooligan - The Smiths. Best served with: testosterona en pastilla para muchachos en decadencia.

domingo, marzo 13, 2005

Worst Chronicle on the Net 

Viernes, 23.30 - Sábado, 20.30.

Fiesta íntima en lo de Dam. Las palabras de la noche: "sushi" y "Punta". La canción de la noche: "Let's get it on". Situaciones repetitivas: chamuyo barato, voces paposas de niños biam en su veintena de abriles, lame chatting and Stella Artois. Igual repuntó al otro día, almuerzo en el Parque Cervecero de Quilmes y Million Dollar Baby en Belgrano. Dam is nice, and nice is good.

Sábado, 23.59 - Domingo, 07.30.

Podestá Super Club de Copas. Los habitués pasan como por un tubo, la gente de la cola se reúne sindicalmente para hacer fuerza por las masas. Entramos, finally. Ahí no era Mariana, era una neocelandesa de intercambio, que se mudó a los dos meses de vida a UK, y a los catorce años a Denver, Colorado, US. Beth era mi traductora, we had such a good time. Sólo un chico, tocayo, 27 años, arquitecto, blew my cover. Los demás se limitaron a repetir "Caminito" y "La Boca" hasta que terminé mis dos cervezas. ¿Para qué le pedís el mail a una persona que no habla tu idioma, que no vas a volver a ver y que te bardea con la mirada? Misterios a resolver en The Twilight Zone. Lo interesante de todo esto es que por el sólo hecho de parecer foreign, la gente se esfuerza por caerte bien. Ah, y estaba el chico del miércoles, conocido blogger que mantendré en secreto. Bizarro es poco.


Eso, mis amiguitos, es la crónica de un fin de semana apestoso.

Tonight's song: If God will send his angels - U2. Best served with: estudiar mejor mi alleged birthplace.

sábado, marzo 12, 2005

A night at the cinema 

After the movie, after having my knee consistently patted upon throughout it, he goes off to meet up with some 34-year-old conchèt recalcitránt (the worst, most fierce kind, if you ask me) at Milion.
Before that, sharing a cab, I engaged myself into a discussion, arguing that girls my age are alone because boys his age are fooling around with divorced rejected on-the-rebound-match bitches. To prove my point, I asked the driver if he agreed with my bullet proof perspective.
He turned out to be a 44-year-old, nightclub owner, Black Sabbath fan, dating "una pendeja de 29 riquísima" who gave me his cell number and the URL to his rock website. What are the odds?
Fading to black, slowly, ten seconds before the final credits, my "companion" establishes: "I don't really care how this night ends. It has already peaked, I don't think it gets much better than this".

I'm (such/just) a lame excuse not to get laid.


7-Up Diet: he fucked her good. No second dates on the horizon.
Tonight's song: Mr Cab Driver - Lenny Kravitz. Best served with: learning to prove my point all by myself.

jueves, marzo 10, 2005

Blue City 

Aquí todos van con la cabeza gacha. No saben que el calor que sienten en su coronilla viene del sol, pues nunca lo han visto; sin embargo conocen cada guijarro, cada insecto, cada pequeña protuberancia del camino, dibujado intensamente por la presión de sus pasos, siempre erosionando el mismo lugar.

Aquí todos van con los hombros tensos. Por eso sus cuellos se atrofian, se deforman; sus espaldas se joroban desde la más tierna edad. Las garras del miedo los aprietan, los ahogan, sus gargantas se cierran y aún respirando siempre superficialmente, no se atreven a un liberador suspiro, que los limpie y renueve por dentro.

Aquí todos van retorciéndose las manos, frías, sudadas, nerviosas, tratando de esconder su perpetuo temblor, su inconsistencia. El más leve movimiento de sus brazos podría llamar la atención sobre ellos, y eso es algo que debe ser evitado en todo momento. Sus ropas no tienen bolsillos, eso sería una flagrante muestra de ociosidad.

Aquí todos van con el ceño fruncido, olas de piel en sus frentes se baten embravecidas, pero imperceptibles puesto que siempre apuntan al suelo. Sus cejas se acostumbraron al continuo movimiento, y conservan entre sus capilares las gotas de sudor frío, de miedo, que constantemente pueblan las sienes.

Aquí todos van sintiendo en la nuca la punzante e intensa mirada de La Lupa, que todo lo ve, que nada deja escapar. Escalofríos los recorren por la espina, haciendo que sus cuerpos se muevan espasmódicamente. Resulta interesante ver cómo esta visión se vuelve casi grotesca, tratando de hacer imperceptible algo de la evidente pero escasa vida que aún les queda.

Aquí todos van sospechando que existen por una razón ulterior, todavía oculta, velada, para sus tortuosas mentes. Imaginan -en completo secreto, por supuesto- que hay algo más, ahí afuera, que esta monótona existencia de perros apaleados intentando salvar su pellejo a costa de las fallas de los demás.

Aquí todos van tirando calendarios. Hace mucho que los días se repiten. Nacen, viven y mueren en una eterna nebulosa atemporal, neblinosa, algo gris, algo crema. No entienden el motivo de separar su vida en períodos de luz y sombras, al fin y al cabo la sombra de hoy es la misma de ayer, la misma de mañana; al fin y al cabo la luz nunca se ve, sólo se presiente.

Aquí todos van despreciando lo desconocido. Le tienen miedo al cambio que trae aparejado, aún sabiendo que lo necesitan desesperadamente, que cuando se acuestan y las garras son vencidas por el sopor, sus toscos cuerpos reclaman un giro en la continuidad, un obstáculo impensando, momentáneo, imprevisto, que haga correr eso que se llama adrenalina, según susurran los locos.

Aquí todos van hablando en murmullos, las bocas secas, los dientes flojos, las lenguas muertas. Sus voces dejaron de ser cantarinas, se hacen graznidos audibles sólo cuando La Lupa se posa demasiado cerca de sus cabezas, cuando necesitan defenderse de lo inexorable.

Tonight's song: Mad World - Gary Jules. Best served with: aquí es peligrosamente cerca de donde trabajo. Nunca fui buena en geografía.

lunes, marzo 07, 2005

Cuando la gente se va 

Hoy recibí la noticia de dos muertes. Una atrás de la otra, así, en seguidilla, como me pasa generalmente. Como si ese higher being que todo lo dirige decidiera desatar su morbo todo junto.

Ninguna de las dos personas eran tan cercanas. Una tía abuela que jamás veía, que decidió separarse de la familia y cuyo único lazo conmigo es su hermana, que vive frente a mi casa y que es una de mis tías favoritas, de esas que te hacen comer hasta reventar, que compran la revista Semana y saben cuántos implantes capilares se hizo Rolo Puente. De esas tías que hablan del precio del palmito y de la necesidad imperiosa de usar forro con la misma naturalidad, mucho mayor que la de mi vieja, por supuesto.

Y un ex profesor, uno de los mejores, de esos que más que profesor lo querés de abuelo, que te cuenta cosas increíbles, que habla británico con una altura, amigo de Ogilvy, arquitecto, patricio y tan piola. Que, según cuentan las malas lenguas, cantaba jazz en bares y era todo un picaflor en sus tiempos dorados. Que se quedaba dormido en la clase pero cuando despertaba no podías quitarle los ojos de encima. Todo lo adorable del mundo, concentrado en esa persona.

Y ambas desapariciones me pusieron mal, claro. Pero después, casi inmediatamente, la tristeza se trasladó. A los que quedan. A los que los lloran. A los que tienen que seguir acá, aguantando, viviendo con un pedazo faltante. El que muere es echado en falta, pero el que vive muere por dentro. La frase más triste del obituario no es el nombre, es "lo sobrevive su familia".

Me cago en la vida, caminito tortuoso de mierda.

Tonight's song: You had been loved - George Michael. Best served with: ni compasión, ni lástima, ni empatía. A sufrirla y olvidarse de todo, por un rato.

viernes, marzo 04, 2005

Valentine's Day 

Esteban colecciona poemas de los bombones Dos Corazones. Los pega cuidadosamente en una carpetita color sepia, ribeteada en dorado, después de limpiarlos de chocolate y perfurmarlos de lavanda.

Esteban nunca recibió un beso ni escuchó un latido que no fuera el suyo. Su nuca, como tantas otras partes de su cuerpo, sólo sintió la caricia de su propia mano.

Esteban no conoce la historia del santo detrás del Día de los Enamorados.

Esteban está armando una carroza gigante con forma de oso de peluche rosa, con un corazón en la panza.

Esteban sabe hacer molotovs caseras. Suenan más bonitas que cualquier petardo del mundo.

Tonight's song: Summer's gone - Aberfeldy. Best served with: mover los hombros rítmicamente y sonreírse estúpidamente por haberte inventado un seudónimo tan falto de musicalidad como "Esteban".

This page is powered by Blogger. Isn't yours?